Del mar. Bello y sereno cuando estás en calma, con movimiento blando, informe y errático. Reflejo del alba, blanco, anaranjado y brillante en tu superficie. Pero no consigues el engaño. Detrás de esa fachada de paz y de reflejos azules, se esconde la furia indomable de tu verdadero ser. Cuando tus olas se coronan de […]
…de mi pueblo. De esencia inamovible, con fragancia a hierba recién cortada, a hojarasca húmeda, a lluvia que viene mojando la tierra. Voz de campanas que tañen desde siempre puntuales, trayendo malas y buenas nuevas. De trinos de pájaros, del arroyo que salta fugaz entre las rocas, ladridos de perros lejanos en la noche, cencerros […]
…de la risa. La buscamos con ahínco, aun sabiendo de la dificultad de conseguirla, pues es fácil hacer llorar, pero muy difícil hacer reír, aunque las lágrimas de ambas nos puedan confundir. El bebé la imita y la ensaya hasta la extenuación, para recordarla cuando crezca. Eres difícil, mas cuando llegas todo lo llenas, con […]
…de mi juventud. En ella todo era posible, peligrosamente inmortal, provocada por la necesidad imperiosa de vivir demasiado. y demasiado rápido. Huida hacia adelante del que empieza a vivir, justificando a las acciones propias que acusaban a los demás. Desenfado inmoral, cargado de moralinas y discursos infalibles de quien empieza a no creer, y […]
…de la navidad. Época de fiesta y celebración, forma fastuosa de conmemorar el nacimiento de un hombre pobre. Contradictorio, como el pensamiento humano. Nacida mucho antes del nacimiento que celebras, ahora te adornas de luz, árboles imposibles y nieve. Artificiales, como la vida que creemos poseer. Eras sencilla, simple, natural y normal, eres lujosa, llamativa, […]
…del tacto. Antiguo y tosco, menospreciado y poco lucido, podríamos decir que eres el más denostado de los sentidos. Pero tú nos proporcionas la seguridad de distinguir el hielo del fuego, la información de la vida, la sensibilidad sutil de la caricia, y el placer del amor. A ti, pobre en prestigio, trabajador infatigable sin […]