Cuando un autor escribe, lo hace para que alguien lo lea…. esa es la razón que la mayoría de la gente argumentaría, y es cierta. Pero ocasionalmente no es así y aquí presento mis razones para decidirme por la autoedición.
Después de haber dado una obra por finalizada y tras haberla paseado por diversas editoriales tradicionales cosechando negativas, o ni siquiera eso, el manuscrito puede segur dos caminos:
- dormir el sueño de los justos en un cajón,
- o bien lanzarse a la empresa de la autoedición.
En el caso de “Brujas del viento” sucedieron ambas cosas. Primero reposó unos meses en el armario, hasta que se atrevió a salir. Más bien hasta que mi mujer le dio un empujón para sacarla del ostracismo. Pero en contra de lo que pudiera parecer, su publicación no era una cuestión de necesidad perentoria.
Las brujas ya estaban creadas… los personajes descritos y sus aventuras, amores y vivencias contadas. Eso es algo que me cuesta explicar pero cumplía con creces el objetivo principal por el que comencé a escribir la obra. Hannah había nacido no solo en mi imaginación, sino que cualquiera podría conocerla y lo más importante para mí, yo mismo podría recorrer su vida sin que cada vez que mi inventiva la recordara cambiase cosas, lugares o parte de la historia original. Junto a la protagonista había imaginado, creado y descrito lugares, situaciones y personajes que ya nadie podría destruir.
Luego llegó la autoedición.
Esos personajes se dieron a conocer primero a los amigos, compañeros y familiares más cercanos, y después a un público desconocido. En el caso concreto de “las Brujas” ha servido para testar si la vida de Hannah era de su interés y si la forma en la que la conté era de su gusto, y hasta ahora parece que al público en general le ha gustado más que a los responsables de las editoriales tradicionales.
Conclusión: cuando escribo lo hago para que me guste a mí, si además gusta lo que digo y cómo lo digo a los más cercanos mucho mejor y si además el lector en general encuentra en mis historias lo que le gusta habré sobrepasado el objetivo en muchos enteros.
Un libro entretenido y valiente, con una historia bien contada y con la aventura asegurada. He disfrutado mucho con la lectura, incluso me ha hecho trasnochar. Buena señal. Zorionak, Oskar!
Mila esker Esther, me alegro muchísimo que te haya gustado, te debo un mail.