…de los olores.
Sois la ventana
que nos une al pasado.
Recuerdos antiguos
que el aire trasporta.
Ante el impresionante olor a mar,
impregnándolo todo de salitre y bravura incontenible,
no desmerece la fragancia de mi niñez,
a hierba recién cortada secándose al sol.
Evocaciones de verano, de tranquilidad y de pasado.
La suculencia de una comida,
que despierta las papilas.
La flor que nos invita a acercar nuestra cara,
en un gesto inconsciente.
El tufo que nos alerta,
haciendo que arruguemos el gesto y volvamos el rostro.
El olor a pan recién horneado, a la humedad del bosque,
a lluvia estival, al pueblo de cada uno.
Vidas pasadas que duermen olvidadas en lo profundo de nuestro ser,
a la espera de que uno de vosotros
las traiga de nuevo al presente.
Oskar Benegas