…de la noche

...de la noche

…de la noche.

Simplemente tu nombre,
ya nos evoca un  miedo ancestral.
En ti se refugian leyendas y mitos,
siendo coartada de crímenes humanos,
atribuidos a seres sobrenaturales.

En tu silencio vivo,
el susurro del viento, nos sobresalta,
el chasquido de una rama, nos previene,
el aullido nos sobrecoge.

Das cobijo al ladrón.
amparo al amante,
excusa al joven,
y discreción al infiel.

Tú nos cubres con tu manto profundo,
dándonos la paz temerosa de disfrutarte,
hasta que el alba apague tus luceros y estrellas.
Pero sabes que el día no podrá impedirlo,
y mañana acudas de nuevo a nuestra cita.

Oskar Benegas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *