…de los libros.
Fuente inagotable de aventuras, desventuras,
ciencia real y ficción, terror, amor,
historia e historias,
y poemas.
Nos hacen reír, nos hacen soñar, llorar, amar y siempre…
aprender.
Desde los más sencillos de bolsillo,
hasta las grandes ediciones ricamente encuadernadas,
pueblan las estanterías de la biblioteca.
Duermen en silencio sus personajes entre sus páginas,
con sus sueños reales e imaginados por la bulliciosa mente de un autor,
nos harán volar, navegar, correr, saltar, luchar, pensar…
amar.
Solo es comparable a empezar a leer un libro,
a la emoción de la intriga,
a cómo serán sus personajes,
a la narrativa, al desarrollo,
al nudo, al meollo de la historia,
a cómo se desenlazará, se deshará el embrollo
y lo solventará felizmente o trágicamente.
Solo es comparable, digo, a terminarlo,
cerrarlo sobre el regazo, entronar los ojos
y revivir, uno a uno, los pasajes,
las escenas que se te hayan colado hasta el alma.
Oskar Benegas